Sin saberlo lo traían en sus sangres
y buscaron en otras venas lo que por herencia les pertenecía
sin saberlo entregaron sus tesoros
y fueron tratados como escoria de un mundo sin razón
Sin saberlo, llegaron a saberlo
y volvieron sus cabezas y sus cuerpos
y tomaron el sendero de regreso
a vivir como sabían, como enseñó la abuela...
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